La comuna de Pudahuel, heredera de la antigua comuna de Las Barrancas, ubicada en los faldeos de la cordillera de la Costa, frente al valle de Santiago, posee más de cuatro siglos de historia. “Donde se juntan las aguas” o “Lugar de lagunas”, como era conocida por los picunches y luego por los conquistadores españoles que se avecindaron en los llanos de Pudahuel o Puduwull.
Pudawull, según el diccionario Voz de Arauco, de Wilheim de Moesbach, la palabra “Pudahuel” «depu = entre y dawul = laguna charca» proviene de la lengua mapudungun y hace referencia a las características del paisaje salpicado de lagunas y tranques que alimentan las aguas de diversos canales y arroyos del sector.
En 1541, poco después de la fundación de la ciudad de Santiago, ya encontramos los primeros testimonios escritos que se refieren a los “llanos de Pudagüel”, incluidos en las concesiones de tierras que Valdivia otorgó a sus compañeros en calidad de “merced” o “encomienda”.
Tal vez resulta difícil imaginar el origen rural de una comuna urbana como Pudahuel, que cuenta actualmente con cerca de 200 mil habitantes. El historiador Luís Alberto Romero describe la formación de la aldea alrededor de los caminos de San Pablo Carrascal: “Las pequeñas chacras o quintas albergaban una población densa, y en ese camino, o en el vecino del Resbalón, era común encontrar, junto con aldeas rurales tradicionales, como la de Pudahuel, caseríos rurales, como el Blanqueado, o nuevos rancheríos alrededor de una parroquia, como la de San Luis Beltrán, en los que la paja y el adobe se mezclaban con la chapa de lata.”
La comuna, por lo tanto, no surge de un acto de fundación, sino más bien de una serie de acontecimientos que estimularon la llegada de familias al sector. Uno de estos incentivos fue la instalación, en 1868, de la parroquia San Luis Beltrán, ubicada en lo que es hoy calle San Luis, frente a Los Traperos de Emaús. La compra de sitios alrededor se explica, quizás, por los servicios religiosos y la protección que la parroquia podía ofrecer a la naciente comunidad.
Pudahuel, tiene como antecedente político administrativo, en la antigua comuna de Barrancas, de la cual también comparten su historia las actuales comunas de Cerro Navia y Lo Prado. Pero para comprender la formación de la comuna de Las Barrancas y la instalación de una nueva municipalidad para Santiago es preciso resaltar que fueron los propios vecinos, dadas las crecientes necesidades de administración y servicios, quienes solicitaron la creación de la comuna en 1897.
El decreto que creó la comuna de Las Barrancas señala que fueron los habitantes de las subdelegaciones 13a y 14a (divisiones administrativas de Santiago de la época), quienes se lamentaban por la distancia a que se encontraban de los servicios municipales de Maipú y Renca, los que solicitaron su creación.
El territorio de la nueva comuna fue extenso: por el norte su límite era el río Mapocho, desde el camino de Cintura (Matucana), siguiendo el lindero norte de la antigua hacienda La Punta hasta la cumbre del cerro Bustamante, conectando la cuesta Lo Prado por el poniente; al sur el camino a Valparaíso (San Pablo) desde la cuesta Lo Prado hasta el Camino de Cintura (Matucana), que servía de límite oriental. Es así como la aldea de Las Barrancas se convertirá en la cabecera de una comuna de gran extensión, con servicio de correos, registro civil, retén de policía, una parroquia y un cementerio.
En 1907, Las Barrancas alcanzaba una población de 5.092 habitantes. Estas estadísticas también indican que la comuna de Maipú sumaba 11.979 habitantes, mientras que Renca contaba con 5.823. (Intendencia de Santiago vol:305).
Entre los años 30 y 40, el país había adoptado una política de vivienda que intentaba aumentar la calidad y cantidad de las “viviendas populares”. Distintas leyes de fomento surgieron para regular la especulación sobre el precio del suelo, que venía produciéndose con el “arrendamiento a piso” y las “compraventas de sitios a plazo.”(Hidalgo, 2005)
En Las Barrancas, el sistema de “compraventa de sitios a plazo” donde los modestos compradores edificaban ellos mismos de acuerdo a sus posibilidades, fue el método principal ocupado para la construcción del casco antiguo de la comuna.
Hacia 1959 Barrancas ya era una comuna netamente urbana. Poco a poco iban desapareciendo fundos, chacras y parcelas, para dar paso a calles y avenidas. El cambio no mejoró, sin embargo, las condiciones de vida de los habitantes de la comuna. Enfermedades como la bronconeumonía –a pesar de los avances de la medicina– seguían siendo tanto o más mortales que antaño; los ranchos insalubres de principios de siglo daban paso a las estrechas “mediaguas”, cuya construcción propiciaba aún más estas enfermedades. (Segovia: 2001)
Es así como el Plan Intercomunal de Santiago, de 1960, asignó a Las Barrancas la caracterización de “satélite residencial”, reconociendo en cierta forma su condición de núcleo aislado (Pueblo Antiguo), pero a la vez como un área próxima al contexto metropolitano urbano, cosa que no ocurrió con los restantes satélites industriales residenciales localizados a una mayor distancia del centro de la ciudad (Maipú, San Bernardo, Quilicura, Puente Alto, etc.).
El censo de 1960 registró 78.402 habitantes en Las Barrancas, cifra que en 1970 llegó a 182.612. A este explosivo aumento contribuyó el impacto de la llamada “Operación Sitio”, pues Barrancas fue la comuna con mayor número de poblaciones formadas a través de la política gubernamental impulsada en la Región Metropolitana.
Dicha operación consistía en “la entrega de sitios urbanizados, una instalación sanitaria mínima y mediaguas u otro tipo de viviendas económicas a familias de escasos recursos y en extrema necesidad de habitación.” (Garcés: 2005:19). En los distintos barrios de Las Barrancas se inscribieron las familias interesadas en participar en la adquisición de terrenos. Para responder al gran interés de los vecinos se programaron un total de 1.170 sitios urbanizables en 320 hectáreas ubicadas en diversos lugares de la comuna. Entre el 16 y el 21 de agosto de 1965 se registraron en total 62.739 familias del Gran Santiago en la “Operación Sitio”.
A comienzos de 1967, 900 familias ya habían recibido terrenos en las poblaciones Barrancas I y II. Pero, claramente, el principal programa impulsado por el gobierno en esa época fue la erradicación de la población callampa “Colo Colo”, en los terrenos de la chacra “Lo Amor”, donde se implementó un programa de autoconstrucción que benefició a unas 400 familias.
En 1968, las autoridades municipales, ante el incremento demográfico en Barrancas, informaban que en el transcurso de los últimos cinco años no menos de 12.000 familias se habían instalado en la comuna, y que una proporción considerable de ellas había llegado por efecto de la “Operación Sitio”. (Actas Municipales, 1968)
Las migraciones del campo y de obreros de provincias le dan un marcado carácter popular. La explosión demográfica en 1980, sumaba ya más de 300 mil habitantes, lo que impulsa su división administrativa para darle una mejor gobernabilidad. Así, se desprende parte del sector nororiental, dando creación a las comunas de Cerro Navia y lo Prado. El nombre “Pudahuel” lo adquiere por Decreto Ley N° 1.208 del 13 de octubre de 1975, con el propósito de homologarlo con el nombre del Aeropuerto Internacional que acoge en su territorio.